3/08/2015

Una corta pero triste historia

En realidad no es nada fuera de lo común, sino algo que sucede muchas veces aquí en España, probablemente incluso varias veces al día.
Un coche se detiene en una residencia, alguien toca el timbre y hay gente en la puerta diciendo que encontraron 2 cachorros galgo en algún campo, que pudieron capturarlos y que los pusieron en el maletero, que si sería posible que Scooby se ocupará de ellos.
Por supuesto, podemos hacer eso y hacer un hueco en nuestra asociación a estos cachorros asustados, darles una cama suave, alimentos, bebidas y abrazos y esperar que se acostumbren pronto a su nuevo entorno. Es desafortunado, pero las crías se adaptan muy rápidamente, por lo que seguro se recuperarán pronto y, por supuesto, son absolutamente adorables. Después de hablar con las personas que los trajeron, me comentan algo que me venía temiendo y me revuelve el estómago. Dicen que encontraron los cachorros junto con la madre, una galga blanca, mientras estaban comiendo un conejo atrapado por la madre, y que la madre ha estado vagando alrededor de esa zona durante los últimos 3 años, que cada vez que tiene una nueva camada se la están quitando personas bien intencionadas, porque, por supuesto, no pueden quedarse allí. La madre entonces por supuesto intenta defender a sus pequeños con fiereza, así que ella vino a ellos gruñendo y amenazando, pero aun así sus pequeños fueron arrebatados, de nuevo, dejándola a su desesperada y frustrada búsqueda.
Hace que mi corazón se rompa y se debería hacer algo al respecto.
Cobie