5/20/2012

De ser nadie a ser Alguien

En Septiembre de 2009 nuestra perra Noortje falleció y enseguida decidimos buscar un segundo perro. Lo hablamos y dio la casualidad que dos semanas más tarde llegaba a Holanda un transporte con nuevos perros de Scooby. Entre ellos estaba Gasol. Un galgo negro tremendamente asustado que trajo Antonio, que había sido atacado en Scooby medio año después de su rescate (cosa que no me sorprende si se comportaba allí de la manera en que al principio se comportaba aquí,;)). Christiane y Roy lo encontraron escondido en su caseta con un montón de heridas y lo llevaron corriendo a la clínica para que los voluntarios que estaban allí en ese momento le trataran, primero y le mimaran mucho después. Gracias a todos por su cariño!




En Octubre pudimos ir a por él. Estaba asustado, muy muy asustado. Le tuvimos que subir en brazos al coche para sacarle de la misma manera dos horas después, ya en casa. Una vez dentro, lo pusimos en el sofá, donde estuvo mirando el techo casi todo el tiempo. No sabemos si porque es muy alto o simplemente porque no estaba acostumbrado a ello, no lo sé, pero Gasol estaba muy interesado en él! Pusimos chuches para perro a su lado, pero no los hacía ni caso hasta que notaba que estábamos hablando y no le mirábamos, que se los comió rápidamente! Pequeño ladronzuelo! Por la tarde empezó a dar vueltas y encontró un sitio en el salón debajo de la mesa, que se convirtió en su sitio desde entonces. Así se pasa la vida con su mantita, su cacharro con agua, su comida y un alijo de grandes huesos debajo de la manta. Especialmente su cacharro de agua significa el mundo para él, porque Gasol no parece sentir la necesidad de beber, tiene que ver su cuenco o escuchar que otros perros beben para que él beba. Por eso le dimos su propio cacharro de agua, para que se acuerde de que tiene que hacerlo.

Gasol tenía miedo a todo, dentro de casa sólo se atrevía a estar debajo de la mesa. Las primeras semanas teníamos que sacarlo de ahí a empujones para dar un paseo, ya que fuera todo le atemorizaba. Personas, coches, motos, perros, cualquier ruido... menos mal que Max estaba allí con él y le mantenía a distancia de los otros perros. Gasol siempre estaba cerca de Max y sabía que cuando Max se iba a algún sitio, él tenía que ir detrás para estar a salvo con él. En diciembre Max cayó de repente muy enfermo, pero Gasol realmente lo comprendió y se adaptó totalmente, por lo que pudimos centrarnos en el cuidado de Max. Por desgracia, fue en vano, lo que significó para Gasol que su compañero, el que le daba confianza en la vida, desapareció de repente.

Al decir adiós a Max nos ocupamos sólo de Gasol. Es curioso, porque la muerte de Max no le afectó. Normalmente los perros miran, huelen y quien marcharse cuando comprueban que todo está bien. Gasol, no. Después de todos los perros que probablemente había visto morir, esto se había vuelto en algo normal para él... increíble pero cierto. Después de perder a Max, el comportamiento de Gasol se deterioró mucho porque no tenía a nadie que lo protegiera. Así que nos planteamos traer a un perro que le ayudara, porque a veces los perros pueden hacer mucho más de lo que imaginamos...

Leo llegó en enero de 2010 y aunque Gasol le tenía bastante miedo y es un perro muy grande, la relación funcionó enseguida. Y Sol mejoró un poco. Incluso se atrevió a llegar a la vieja alfombra de Max sólo por un momento, pero en cuanto alguien entró en la habitación, volvió corriendo a esconderse debajo de la mesa. Aun así, fue todo un progreso!

En julio llegó otro amigo, Yuso. Yuso dependía de Gasol para todo, así que resultó estupendo! Yuso es el tipo de perro que seguirá siendo siempre un cachorro juguetón, no importa la edad que tenga. A pesar de que él también vino con traumas de fuera, al menos no le daba miedo nada en casa y se comportaba como un peluche. Gasol le vigilaba siempre desde debajo de la mesa, hasta que un día se empezó a sentir un poco celoso, él quería ser como Yuso! Yuso estaba jugando con una almohada llena de cintas pequeñas que podía arrancar. Yo estaba sentado en el sofá, tranquilamente comiendo un sándwich, cuando de repente vi a Gasol de pie debajo de la mesa, dando golpes a la almohada con la cabeza, pero en lugar de huir como era de esperar, empezó a tirar de las cintas. Yuso respondió y empezó a tirar del otro extremo, muy suavemente, para dejarle ganar a Gasol. Orgullosamente Gasol agarró la cinta por debajo de la mesa y la lanzó por los aires para cogerla un par de veces. ¿Y yo? Todo lo que hice fue quedarme quieto y mirar asombrado, era verdad lo que veía? Gasol se quedó callado un rato hasta que vio  una esponja que le había comprado a Yuso. Gasol se apoderó de la esponja y no la soltaba, debajo de la mesa estaba ocupado morder, atacar y 'matar' esa esponja!

Desde ese día varias esponjas han tenido muerte prematura, pero Gasol está mucho más relajado, incluso se atreve a jugar a darse topetazos con Yuso. Yuso es un perro fabuloso a pesar de ser muy salvaje, pero siempre es muy tierno cuando juega con Gasol, permaneciendo en su manta en silencio, sólo le dá topetazos a Sol cuando se acerca a él. Leo los observa en silencio desde la distancia, feliz de no ser esta vez la víctima de los juegos de Yuso, que el juego es divertido, pero también muy agotador!



Ahora, dos años y medio más tarde, Gasol se ha convertido en un gran Monstruo. Sí, con una M mayúscula. Cuando hay huesos Gasol es quien recibe el más grande, y si  alguien tiene otro más grande, a Gasol ya no le da miedo quitárselo de la boca, aunque afortunadamente, los otros dos perros son lo suficientemente inteligentes como para llevarse sus huesos a alguno de los sitios a los que Gasol no se atreve a ir - aún. Y la nata! le encanta! A Gasol le encanta ir de paseo, desde hace tiempo se ha acostumbrado a ir de pie entre los asientos delanteros para comprobar que estamos haciendo las cosas bien... en caso de que alguna vez nos perdiésemos, Gasol sabría a dónde ir. Antes teníamos que sacarlo de debajo de la mesa para ir de paseo y ahora es el primero que sale por el pasillo, preparado para dar una vuelta. El paseo que solía ser una carrera rápida se ha convertido en un paseo en el que todo tiene que estar bien olisqueado e incluso come hierba! ¿Qué podría ser más divertido que correr muy deprisa con la correa puesta? Porque sin correa el Sr. Gasol no se mueve, en el coche siempre espera pacientemente hasta que ve claramente que se la hemos abrochado antes de salir. Hace poco ha aprendido un nuevo truco: saltar en el sofá a por un hueso! Así que de vez en cuando ponemos algunos huesos en el sofá, que es muy  divertido! ¿Qué seguirá a esto? ¿Dormir en el sofá un ratito? ¿O ir y explorar el jardín?

A pesar de que oficialmente se está haciendo mayor, se está convirtiendo en un perro cada vez más joven y feliz, que disfruta de sus juegos y de su paz y tranquilidad. En cuanto a nosotros,  estamos muy contentos de tenerlo. La adopción de un perro muy traumatizado no siempre es fácil, pero viendo cómo está ahora, después de dos años y medio, os podéis imaginar el trabajo. Aunque siendo honestos, tampoco ha sido para tanto, sobre todo le hemos dejado adaptarse a su nueva vida a su propio ritmo, tratando de estimularlo, haciéndole oler las cosas, por ejemplo, pero la mayoría lo ha hecho él mismo, con la ayuda de Yuso y Leo. Y si en el futuro nos viésemos en la misma situación, lo haríamos igual otra vez, ya que no sólo Gasol ha aprendido mucho, seguramente nosotros hemos aprendido de él aún más.

Gasol y sus amigos, Yuso y Leo