Al pequeño Figo, lo encontró la guardia Civil en una cuneta, por su estado general y en concreto el de su pata, llevaba horas allí tirado, inmediatamente lo llevamos a la clínica veterinaria, había sido arrastrado por un coche y su pata había perdido carne y masa muscular, una herida de esa profundidad, no tenía buen aspecto, había q intentarlo, pero probablemente habría q amputar o en el mejor de los casos, su pie quedaría rígido y él cojito.
Durante una semana permaneció ingresado en la clínica, realizándole curas, sabemos q dolorosas para un cachorro, hasta que apareció su ángel de la Guarda en forma de casa de acogida, Mary, que se ofreció para cuidarlo y curarlo en su casa mientras fuera necesario. Durante seis semanas, Mary, lo curó tres veces diarias, con un mimo y un cuidado, que quedaba patente en cada revisión veterinaria, su pata regeneraba, ya no habría que amputar, sus tendones regeneraban, ya no quedaría cojo, su piel regeneraba y pronto no tendría ni un mal recuerdo estético.
A Little Figo ya le han dado el alta, físicamente es uno más, corre y juega en el recreo con los demás, pero el pequeñajo ha conocido un hogar, mimos y caricias, y ahora no entiende porqué está en una jaula y nadie lo coge en brazos...
Little Figo, igual que sus compañeros, necesita un hogar para su completa recuperación, nos ayudas a poner el punto y final de su historia??
