3/11/2016

Una limpieza benéfica y una nueva iniciativa



Hola a todos.

La semana pasada, un grupo de personas de la asociación Greyhound Compassion pasó unos días en el refugio de Scooby para ayudar a su equipo. El momento en el que más galgos se acogen es durante los tres primeros meses del año debido a que los galgueros se deshacen de ellos al final de la época de caza con perros. El refugio estaba hasta los topes debido a que durante los dos primeros meses del año se rescataron una media de 40 galgos por semana.

Nos pusimos manos a la obra y limpiamos el terreno, las perreras, no sin también darle algún achuchón a un cachorro rescatado o mostrarles cariño a los pobres galgos que, asustados, se  acurrucaban contra la pared de sus perreras por no poder afrontar aún el contacto con humanos.

Nos encontramos con los habituales montones de mantas para las camas de los perros y toallas que, poco a poco, Pam y Ruth lograron lavar. El almacén de las toallas, camas y abrigos se había convertido en las últimas semanas en una montaña de ropa mezclada donde les era imposible encontrar nada rápidamente a los trabajadores de Scooby. Formamos una cadena humana para organizar dicha montaña y colocar todo en los estantes disponibles.

Como era de esperar, nos enamoramos de muchos de los residentes del refugio cuyas miradas suplicantes eran irresistibles. Amelio por ejemplo, un perro dulce y encantador o Austin, quien nos daba la bienvenida cada día cuando nos acercábamos a su perrera. Vimos como muchos de los galgos abrazaban a Olivia, una de las voluntarias, quien a su vez los abrazaba a ellos entre tarea y tarea. Se subían a sus hombros y suavemente le acariciaban con el hocico el oído.

Presenciamos algo nunca visto anteriromente en Medina del Campo, donde está ubicada Scooby. Por un módico alquiler, les han permitido hacer uso de una tienda anteriormente vacía y con la ayuda de Ellie, una de nuestras voluntarias, la han convertido en la primera charity shop de este municipio. Los primeros días, Ellie organizaró el stock ya existente e hizo sitio para los donativos enviados por la gente para poder venderlos. Poco antes de que nuestra visita llegara a su fin, la tienda ya tenía el logo de Scooby sobre la puerta y la tienda ya contaba con un rincón para perros, estanterías con cosas varias, cestas llenas de chuches y cosas para los niños y un espacio habilitado para los donativos de ropa y accesorios. Esta es una iniciativa pionera en Medina y esperamos que sea un éxito, pero el tiempo dirá. Si funicona, podría suponer una fuente de recursos económicos para los animales rescatados y residentes en el refugio de Scooby. Parece que la cosa empieza bien. La última mañana, Ellie, antes de marcharse, ya había tenido la visita de varios clientes con sus perros (adoptados en Scooby y entre los cuales se encontraba un galgo) que iban a hacer algunas compras y que prometieron correr la voz entre sus amigos. ¡Esperemos que ellos también se animen a agenciarse alguna ganga y ayudar así a una buena causa!