10/02/2013

Hola, hola, hola

Hace mucho tiempo que no os cuento nada y es que he estado muy ocupado últimamente con cosas agradables y otras no tanto, bueno el caso es que al final, prácticamente estaba deseando empezar a trabajar para poderme centrar en vosotros y en los animales.
Empiezo a contaros mi verano, este comenzó con un viaje de perros que hice con Cristina nuestra voluntaria incansable que se chupa todos los viajes y a la que quiero dar las gracias porque si no fuera por ella , los animales no llegarían hasta vuestras casas, gracias Cristina, pero es que además la chica sirve para todo tan pronto te limpia un patio como te construye una mapachera nueva, pero bueno os cuento el viaje , todo perfecto después de tanto tiempo sin hacerlos estaba un poco asustado de que pudiera con ello y pude , de hecho me sentí maravillosamente bien , no me canse y me di cuenta de que todavía podía hacerlo, a la vuelta hacia un calor horroroso, estábamos en una estación de servicio de Bélgica con nuestra furgo sobrecargada de pienso como hacemos siempre gracias a vuestras generosas donaciones, en este caso y en el siguiente viaje la comida ha sido donada por Galgos Ardennes Bleue, muchas gracias , de verdad que sí que nuestros perros os lo agradecen mucho. Bueno que me voy estábamos llegando y de repente oigo clanc, no le di importancia y llenamos el depósito y nos disponíamos a continuar la marcha cuando de repente empezamos a oír clanc clanc , clanc, algo había cascado en la furgoneta , nos alegramos mucho de que fuera en el viaje de vuelta y no en el de ida , nos bajamos y nos dispusimos a buscar la catástrofe, no fue tal, simplemente se nos había caído el tubo de escape , nada grave , lo dejamos enfriar y buscamos la manera de fijarlo, había un pequeño problema , había que meterse debajo de la furgoneta y yo con mi barriga no quepo debajo así que aquello fue un trabajo para Cristina y así lo hizo y para probarlo ahí están las fotos, el tubo de escape fijado y empezamos camino de vuelta a casa, un viaje más y un montón de perros en sus nuevos hogares, hasta aquí por hoy, vuelvo en cinco minutos. Besos, abrazos y mordiscos cariñosos. Y sobre todo gracias por estar ahí. Fermín