8/09/2012

Una gran tableta de Chocolate.

 
Tenemos un perro en Scooby que no es que sea el perro más guapo del mundo: no es pequeño pero tampoco es grande (bueno, depende de cómo lo mires),  no es alto y es gordo. Muy gordo.  Yo siempre he tenido debilidad por los perros feos así que, sí, estoy totalmente enamorada de Chocolate. Con esto os podéis hacer una idea de cómo es.

Hace cosa de dos años, una familia adoptiva se llevó a Chocolate de Scooby, cuando era un precioso cachorrito color chocolate. En ese tiempo, sin duda comió mucho y ahora su dueña nos lo ha devuelto porque ha de mudarse a un piso más pequeño en el que no hay sitio para él.


Chocolate es un perro que necesita su tiempo para conocerte. Los primeros días te tiene miedo, por lo que has de demostrarle que eres una buena persona que no va a hacerle daño sino caricias (esto es más fácil de conseguir si hay comida de por medio).  Y cuando por fin confía en ti ¡Qué simpático es! Le encanta hacer de mascota, no tiene el menor interés en los gatos (aunque sí en su comida…), le gusta salir a pasear (se porta muy bien cuando le pongo la correa) y le divierte jugar con pelotas de tenis. La pelota apenas le cabe en la boca pero cuando se la lanzas, corre tras ella, la coge, te mira y la deja caer. Tiene pendiente aprender a traerla de vuelta así que por el momento, recojo yo la bola y la tiro de nuevo. Ejercicio para ambas especies.
Mi guapísimo amigo busca una familia que sí tenga sitio para él y, tal vez, que le pueda poner a dieta.