El pasado domingo Scooby amanecía de
enhorabuena, un nuevo habitante acababa de nacer: un potrillo larguirucho que
asomaba la cabeza con los primeros rayos de un sol radiante y esplendoroso que
le daba la bienvenida a la vida.
El misterio de la vida es maravilloso lo
miremos por donde lo miremos, me da igual, un polluelo, un cachorro, un
potrillo, o un bebe. Es simplemente increíble la actitud de cualquier madre
hacia su retoño, sino prueba de ello son las fotos que acompañan este artículo.
Con que delicadeza una madre cuida y protege a su bebe, como le mima, le
acaricia, surge un nuevo sentido, el de protección, pero no por uno mismo sino
por algo que ha sido y es parte de ti, y que a partir de ahora lo será toda la
vida.
Hecha esta reflexión un poco sentimental,
llega la siguiente, un nuevo inquilino, y un poco más de gasto alimentario,
veterinario, etc.. ya nos conocéis no podemos desaprovechar ni una sola
oportunidad para seguir solicitando vuestra colaboración en lo que podáis. Os lo
decimos muchas veces vuestra ayuda es esencial en el mantenimiento de la
Protectora y de sus habitantes y siempre, siempre, siempre os agradeceremos
vuestro apoyo. Creo que no tardaremos mucho en conocer nuevos nacimientos, pero
de todo eso ya os iremos informando.