Martes 26 de marzo de 2013
El cielo se ha
abierto encima de Scooby: llueve muchísimo, los perros están resguardados y
estamos algo frustrados porque queremos trabajar, pero no podemos hacerlo con
tanta agua como está cayendo. Sin embargo, no os penséis que la lluvia
neutraliza el valor de los voluntarios: hay muchas más cosas que podemos hacer.
Por ejemplo, podemos preparar la comida y, como
bien sabéis quienes habéis estado en Scooby, es una tarea larga y algo tediosa
porque la comida que nos regalan a veces viene envuelta en paquetes muy
pequeños que hay que abrir uno a uno. Tenemos 500 bocas que mantener,
¡imaginaos cuántas bolsitas de comida hacen falta! Cada vez que abres un
paquete, debes pensar en los perros y, entonces, esa tarea tan poco estimulante
se transforma en un acto de cariño y gratitud infinit... vale, a lo mejor estoy
yendo demasiado lejos, pero ¡creedme si os digo que es una tarea muy
importante!
También dedicamos tiempo a los perros que se
están recuperando de alguna enfermedad o de alguna operación. Hay que limpiar
sus camas, darlos de comer y cuidarlos con todo el cariño que necesitan para
que puedan ponerse bien de nuevo.
Además, limpiamos el interior de las casetas tratando
de molestar lo menos posible a los perros que se habían guarecido de la lluvia.
¡No resulta nada fácil si tenemos en cuenta la cantidad de perros mojados y
embarrados que están deseosos de una caricia! Para ellos es muy importante
tener una cama acogedora con este tiempo tan horrible que está haciendo, sobre
todo en el caso de los galgos recién rescatados que tienen problemas de peso:
les hemos dejado unas mantas bien calentitas para que puedan descansar con toda
la comodidad posible.
Ahora estamos
sentados con nuestros ordenadores y iPads bebiendo un té mientras escribimos
las descripciones de los perros para la web y las noticias para el boletín
informativo. Es una tarea muy importante porque permite atraer a voluntarios,
garantizar las donaciones y encontrar un hogar para los animales.
La alegría
invade la oficina cuando Pablo llega con un párroco que quiere adoptar a Pedro,
un precioso perrito marrón. Ya se han conocido y es oficial. “¿Crees que le
importaría bendecir a Freddy?”, le pregunto a Sabine en broma. Freddy es un
cachorrito adorable que apareció abandonado en Salamanca y a quien he estado
cuidando desde que llegué el viernes. Sabine no duda en pedírselo y el párroco
accede... así que allá que vamos todos a ver cómo bendice a Freddy.
Con una
sonrisa en la boca, volvemos a la oficina y encontramos a una chica joven que
nos está esperando en la puerta. También está interesada en adoptar a un perro
de Scooby y, después de unas cuantas presentaciones, se marcha a casa con un
precioso labrador llamado Baloula.
A
continuación, llega Pablo con una familia y buscan algo en la base de datos.
¿Puede ser la tercera adopción del día? No paran de sonreír y la sensación es
muy positiva: Dumbo es el perro más adecuado para ellos... ¡y se cumplen las
tres adopciones! Y eso que está siendo el día más feo del año... :)
En Scooby,
cada día es distinto y la lluvia no nos desanima ni hace que perdamos la
esperanza para estos animales.