Doris no irá
nunca a un campeonato de belleza, ¡esto es seguro ! Pero para nosotros
está entre las más bellas del refugio. Su mirada es cálida como ninguna otra.
Le chifla la gente, por ella, es capaz de subir a un coche e irse de viaje con ella aunque no lo haya
hecho nunca. Detecta una posible visita humana a su lugar a lo
lejos (está en el perímetro) y entonces
su corazón y su ser entero está a la expectativa de dar y recibir cariño. Es un
amor, le gusta salir a la calle, no le da miedo nada. Pero como nadie no es
perfecto, prefiere encontrarse con perros grandes que pequeños durante sus
paseos. ¿Queréis compartir vuestra vida con ella? ¡Ella seguro que dice que sí!