Esta
perrita se rompió el fémur con sólo dos años,
y por tanto, ya no servía para cazar. Al haber pagado bastante por
ella, su dueño decidió operarla porque pensó que al menos le
proporcionaría varias camadas de cachorros.
La
operación se hizo mal y dos años más tarde seguía sin poder usar
esa pata; tampoco podía
criar
ya que además llevaba sin celo desde la operación. Su dueño decidió que
ya se había gastado demasiado en ella y eso tenía que
acabarse, con lo que decidió que ya había tenido suficiente y ya no
tenía ningún valor para él: tenía
que librarse de ella.
Por
suerte (y digo por suerte porque podría haberse deshecho de ella de
otras maneras mucho peores...) la ofreció gratuitamente en una de
las páginas de anuncios más grandes de España. Nadie
respondió al anuncio, nadie la quería, hasta que Scooby se enteró
de su existencia y se puso en contacto con el dueño quien se alegró
de que por fin alguien se la quitara de las manos. Fuimos en coche hasta su pueblo,
hicimos el cambio y salvamos así a esta perrita de un futuro poco
alentador.
Esta
belleza se encuentra ahora a salvo en la residencia de Scooby, en
Valladolid ,donde ha mostrado un carácter alegre, dulce y
agradecido, como si supiese cuál habría sido su destino de no haber
sido rescatada...