Son muchísimos los casos de malos tratos que
nos llegan, y son muchísimos los perros que tenemos que promocionar para
encontrarles un hogar. Pero la historia de este chiquito nos ha resultado
especialmente conmovedora. Seguramente, Currito (así lo ha llamado nuestra
voluntaria de Cuellar, Carolina) llevaba un tiempo vagabundeando por los
alrededores de Cuellar (perdido o abandonado, sin microchip…), acercándose a la
gente, cuando unos jóvenes que podríamos llamar de todo, con unas cuantas copas
encima y a las 5h de la mañana, decidieron que podría ser un “juguete curioso”
. Formaron un corro y se dedicaron a darle patatas y a obligarle a beber
alcool. Sin la intervención valiente de una joven que se atrevió a cogerle y a
avisar a la policía municipal, ¿qué habría sido de él?
Gracias a esta joven valiente, Currito, con
sus ojos de miel, está ahora en Scooby, esperando que le vuelvan a dar ganas de
confiar definitivamente en el ser humano.
Es de tamaño pequeño, (40 cm de alto máximo),
pesa alrededor de 8/10 kgs, y tiene entre 1 año y 1 año y medio. Podemos
aseguraros que, a pesar de esta gentuza sin cerebro, es muy cariñoso, tranquilo
y no tira con la correa: ¡un verdadero encanto!
¿Quién puede darle a Currito el amor que le
han robado y quiere recibir el suyo?