Desde cachorrito Cuá-Cuá siempre vivió feliz junto a
su dueño, recuerda su infancia feliz, a su lado, siempre a su lado.Todos los
días, su desayuno; galletas y un poco de leche, su comida; unos días
cocido,otros paella, otros lentejas con chorizo…. A Cuá-Cuá le gustaban sobre
todo los filetitos de pollo bien pasaditos y en trocitos muy pequeños.
Media Tarde una madalena, (café no, porque el día que
su amito le dio a probar no le gustó nada)y de cena una tortillita francesa para
cada uno .Todos los días sus paseos, a comprar el pan, el periódico , a casa de
la vecina, una paseo por el pueblo,hasta el arroyo donde a Cuá-Cuá le gustaba
chapotear un poquito… hasta la cantita a echar un parlado con los vecinos.
A Cuá-Cuá le gustaba mucho acurrucarse en las rodillas
de su amo, otros días prefería en una mantita al lado de sus pies y así
plácidamente se dormía. Su vida trancurría feliz y tranquila y así mientras los
años pasaron…. Envejecieron juntos hasta que
de repente un día la enfermedad apareció en sus vidas.
Para Cuá-Cuá se acabaron los paseos , los filetitos de pechuga, las mantitas y
los mimos… Su dueño empeoró en poco tiempo y una mañana sin entender muy bien
lo que sucedía vió como se lo
llevaban en una ambulancia. A él lo sacaron de ese
casa y lo dejaron en el corral, ese día ni comió, ni merendó, ni cenó. Nadie se
acordó de que existía.
En el corral (un antiguo gallinero) buscó una mantita
que le abrigara, pero no la encontró, hacia mucho frio y Cuá-Cuá ya no tenía
fuerzas ni para llorar. A la mañana siguiente vió aparecer a una señora a la
cual no conocía, le llevó algo de comer, unas bolas de pienso que sabían muy
mal y le puso un cuenco con agua, pero no le dejó entrar en casa,en la que
habñia sido durante años su hogar. Intentó escalar la pared del corral, pero
era muy alta y Cuá-Cuá muy pequeño… Intentó que alguien le hiciera caso
ladrando sin parar,pero tan solo consiguió quedarse afónico.
Y así pasaron los días, las semanas, los meses y la
falta de cuidados y el frío se empezaron a notar…. Una mañana al despertar se
dio cuenta de que sus patitas temblaban mucho, Cuá-Cuá era muy fuerte y hacía
ya algún tiempo que notaba ese temblor por todo su cuerpo, nunca quiso
preocupar a su dueño y por eso nunca le había dicho nada. Ahora sin embargo era
distinto, ahora estaba solo , ya no estaba su dueño para podérselo contar. Por
primera vez en su vida sintió mucho miedo, le recordaba continuamente, ¿Dónde
estará ahora? ¿Por qué motivo no regresaba a su lado? Si siempre le había querido
tanto …¿Por qué ahora le había abandonado?
De repente un buen día apareció en hijo de su amo, Cuá
–Cuá solo le había visto en un par de ocasiones, apenas le conocía, rápidamente
pudo percibir que no le gustaban los perros. Le llamó y como vió que caminaba
con cierta dificultad le cogió en brazos y le dejó en el maletero de su coche,
muerto de miedo cintiendo como se alejaban de su casa, de su hogar. Ladró y
ladró con mucha fuerza, pero nadie le escuchaba… ¡No quería irse! Tenía que
seguir esperando a su amito.
Cuando Cuá-Cuá llegó a nosotros , la situación de
abandono en la que se encontraba era francamente lamentable, estaba muy sucio,
lleno de pulgas y temblaba muchísimo. En un primer momento pensamos que era
miedo, pero al llevarlo al veterinario pudimos comprobar que tenía algo más;
meningoencefalitis. ( esta enfermedad no le supone ninguna dificultad, tan solo
hace que le provoque temblores)
Cuá-Cuá es un perrito muy fuerte y bueno , se ha
adaptado muy pronto a su nueva vida en Scooby y ya tiene grandes amigos, los
cachorritos Dumbito y Noél viven junto a él y le quieren muchísimo. Le gusta
mucho salir al patio a tomar el sol y pasear, en ocasiones suele apartarse de
sus compañeros y solitario se acerca a la puerta de entrada observando a través
de la verja, esperando ver aparecer a alguien…
Algún día le contaremos que su dueño no le abandonó ,
que su dueño murió y que por eso no regresará a buscarlo, pero estamos seguros
que nunca lo olvidará y que vivirá cada día acordándose de él y echándole de
menos. También le diremos que en el mundo sigue habiendo personas buenas como
su dueño que pueden cuidarle, quererle y mimarle y que en Scooby lucharemos
para que así sea y no pararemos hasta encontrarle un hogar en donde pasar el
resto de su vida.
Cuá-Cuá es un perro muy bueno, cariñoso, sociable con
todos los perros, tiene 7 años de edad aproximadamente.
Cua Cua YOUTUBE;
https://www.youtube.com/watch?v=iBRmUByCDjA&feature=youtu.be