Con la alegría de saber a Blanca librada del tumor y bien cuidada, volví a quedar con los familiares del dueño de los galgos que como os dije se ocupaban de alimentarles por estar su dueño en prisión pero sin medios económicos para los cuidados veterinarios necesarios. De nuevo me encontré con una galguita preciosa y muy dulce que a pesar de haber sido mamá hacía poco no tenía ningún mal gesto conmigo, al contrario, era todo ternura y tres cachorros maravillosos de galgo, uno atigrado y otros dos de color champán, absolutamente preciosos. No puedo decir que ninguna de las galgas estuviera mal alimentada o al menos mal de peso pero no habían recibido ningún cuidado veterinario. Me les llevé corriendo a la residencia deseando ver la cara que ponía Cobie cuando viera dentro de mi coche aquel tesoro… su cara fue un poema, debía haberle hecho una foto.
Hoy
esta familia vive en un sitio limpio, están cuidados, desparasitados y bien
alimentados, gracias a Scooby, por lo que os pido colaboración para ayudar a todos
los gastos que ha supuesto este salvamento.