Hace mucho tiempo
que no os cuento nada y es que he estado muy ocupado últimamente con cosas
agradables y otras no tanto, bueno el caso es que al final, prácticamente
estaba deseando empezar a trabajar para poderme centrar en vosotros y en los
animales.
Empiezo a
contaros mi verano, este comenzó con un viaje de perros que hice con Cristina
nuestra voluntaria incansable que se chupa todos los viajes y a la que quiero
dar las gracias porque si no fuera por ella , los animales no llegarían hasta vuestras
casas, gracias Cristina, pero es que además la chica sirve para todo tan pronto
te limpia un patio como te construye una mapachera nueva, pero bueno os cuento
el viaje , todo perfecto después de tanto tiempo sin hacerlos estaba un poco
asustado de que pudiera con ello y pude , de hecho me sentí maravillosamente
bien , no me canse y me di cuenta de que todavía podía hacerlo, a la vuelta
hacia un calor horroroso, estábamos en una estación de servicio de Bélgica con
nuestra furgo sobrecargada de pienso como hacemos siempre gracias a vuestras
generosas donaciones, en este caso y en el siguiente viaje la comida ha sido
donada por Galgos Ardennes Bleue, muchas gracias , de verdad que sí que
nuestros perros os lo agradecen mucho. Bueno que me voy estábamos llegando y de
repente oigo clanc, no le di importancia y llenamos el depósito y nos
disponíamos a continuar la marcha cuando de repente empezamos a oír clanc clanc
, clanc, algo había cascado en la furgoneta , nos alegramos mucho de que fuera
en el viaje de vuelta y no en el de ida , nos bajamos y nos dispusimos a buscar
la catástrofe, no fue tal, simplemente se nos había caído el tubo de escape ,
nada grave , lo dejamos enfriar y buscamos la manera de fijarlo, había un
pequeño problema , había que meterse debajo de la furgoneta y yo con mi barriga
no quepo debajo así que aquello fue un trabajo para Cristina y así lo hizo y
para probarlo ahí están las fotos, el tubo de escape fijado y empezamos camino
de vuelta a casa, un viaje más y un montón de perros en sus nuevos hogares,
hasta aquí por hoy, vuelvo en cinco minutos. Besos, abrazos y mordiscos
cariñosos. Y sobre todo gracias por estar ahí. Fermín