El 28 de
enero fue el primer día en que vimos a Penny, yo paseaba con mi
eperrita Lola
y ella estaba escondida entre los hierbajos. Cuando vimos
qu esta
preciosa galguita estaba abandonada decidimos hacer todo lo posible
para
rescatarla, lo que no sabíamos es que ella nos lo iba a poner tan
difícil.
Todos los
días, Lola y yo, le llevábamos comida, mañana, tarde y noche.
Como suele ocurrir en estos casos, Penny tenía mucho
miedo de los humanos,
no se
acercaba pero tras unos días, a Lola la seguía allá donde fuera.
Tras unas
semanas conseguimos que Penny comiera de la mano, pero es muy
rápida, no
se dejaba tocar y mucho menos echar una correa. Nos seguía
hasta el
portal de casa, pero una vez en él no entraba y después se
quedaba
esperando sentada hasta que volvía a su sitio, a la intemperie,
y pasaban los
días, lluvia, nieve, mucho frío, y ella temblando entre los
hierbajos,
escondida. Muchos vecinos empezaron también a darle comida,
jugaba con
los perros, se ponía contenta al vernos, pero por muchos y
diversos
intentos de cogerla, no había manera.
Hasta que el
pasado 4 de marzo, se metió en la nave de un vecino que tiene
mas perros,
se resitió un poco se puso muy nerviosa porque no sabia las
intenciones
que teníamos ya que lo único que ha recibido del ser humano
nos palizas,
pero cuando vio que solo recibía caricias se calmó. Poco a
poco vamos
demostrándola que hay personas buenas y que pueden hacerla
feliz, quieres demostrárselo tu?