Todo
empezó en la perrera, Jessy entró en
ella cuando era un bebé. Ahí esperó hasta que una persona se fijó en ella, su
adopción era fácil ya que era una cachorrita muy pequeña y muy bonita.
Su
nuevo dueño se la llevo a su casa y no sabemos cómo la trataba pero por la
forma de actuar de Jessy ha sido una perrita maltratada. Cuando escucha un
ruido fuerte ella se pone a temblar, cuando hace una cosa mal y la dices “NO”
te mira con esos ojillos de pena y agacha la cabeza y el rabo esperando a
recibir su paliza, al final viéndola así te toca a ti pedirla perdón y
acariciarla diciendo que no pasa nada. Cuando la llamas viene con el culillo
agachado y se hace pis, cuando te ve con una cosa de la mano que no conoce se
pone a temblar. Estas y muchas cosas más nos hacen determinar que la vida de
Jessy no hay sido muy buena, pero aún asi ella era fiel a su amo, tanto que
desgraciadamente su dueño falleció y ella le quería tanto que se quedó
acurrucada junto al cuerpo sin vida de
su dueño esperando que alguien les encontrara. Hasta que esto sucedió
transcurrieron tres días, tres días de los cuales Jessy no se separó de él,
estuvo todo el tiempo a su lado, su pequeño cuerpecito estuvo apegado al de su
dueño durante esos interminables días esperando a que alguien les
encontrara. Cuando esto sucedió ella no
entendía porque se llevaban a su dueño y la dejaban a ella sola y desamparada y
se quedó muy triste. Nadie se quería hacer cargo de ella, era como volver a
recordar su infancia de nuevo sola y abandonada.
Cuando
Scooby le contaron esta terrible historia no dudo ni un momento de ofrecer su
refugio y sus fuerzas para encontrar un hogar definitivo donde Jessy pueda ser
feliz de una vez por todas.