9/08/2016

FINA


El maltrato y el abandono se manifiestan de muchas formas diferentes. Y esto es lo que le sucedió a la pobre Fina, una galga que reglaban a través de una página web.

Hace dos años, cuando sólo tenía 2 años, esta galga se rompió la pata trasera “jugando” según  dijo el galguero, -una mentira como la copa de un pino-. Después comentó que como Fina ya no servía para cazar con la pata rota y había pagado un buen dinero por ella, había decidido operarla y usarla para criar cachorros. Así al menos podría recuperar un poco de dinero del que se había gastado en ella, que fueron 600€. Según el veterinario, le colocaron una placa con tornillos en la pata rota, lo que resultó un fracaso total porque Fina tenía mucho dolor; este dolor le hacía levantar la pata para no usarla y por lo tanto siempre tenía pequeñas heridas abiertas donde se supone que debían estar los tornillos.

Pero nuestro galguero nunca volvió a la clínica para comprobar si la operación había ido bien, porque lo único que quería de ella era que tuviera un celo tras otro para criar los deseados cachorros.

Y la pobre Fina, a pesar de no tener problemas para criar, no tuvo el celo a causa de sus dolores y malestar general,  por lo que después de dos años de inútil espera, nuestro galguero tiró la toalla y decidió regalarla, que ya le había costado suficiente dinero sin recuperar nada a cambio. Así que la galguita apareció en un anuncio en Internet, lo leímos y decidimos ir a por ella y llevarla a la residencia de Scooby en Valladolid antes de que la mataran. Ahí estuvo súper mimada con mantas gruesas y suaves, mucha comida buena y un montón de amor, y ella... ella es tan dulce y agradecida… no hay palabras suficientes para describir esta perrita tan especial.

Mientras tanto, en el otro lado del mundo, exactamente en Regina (Saskatchewan) en Canadá, un hombre que ya había adoptado dos galgos en Scooby, Piny y Canelo, había visto fotos de Fina y había decidido que quería adoptarla. Quería llevarla a una clínica especializada en Canadá para ver qué se podía hacer para mejorar su pata. Así que después de un viaje largo y complicado, Fina llegó a Regina y dos semanas más tarde le hicieron unas radiografías que no dieron buenos resultados. Las heridas abiertas estaban ahora gravemente infectadas, quizá por el estrés del viaje, pero su pata, después de dos años sin apoyarla, se había convertido en algo que no era operable y que sólo provocaría más dolor sin poder curarse nunca del todo. Así que lo mejor que se podía hacer era amputar. Así Fina no perdería más movilidad, ya que sólo estaba molestando y de todas maneras no usaba la pata.

Lo hicieron a los pocos días ya que la infección estaba muy avanzada, y cuando examinaron la pata después de la amputación, descubrieron que la placa y los tornillos que deberían haber sido de titanio, eran una pieza de plástico y los tornillos trozos de costillas usadas. Increíble!!! No es de extrañar que Fina haya tenido tantos dolores porque su cuerpo estuvo luchando todo el tiempo contra estos materiales extraños.

El susodicho “veterinario” tendría que ser expulsado de su profesión ya que sólo pensó en el dinero y por otro lado, el galguero tendría que haber vuelto para hacerle un chequeo, pero él sólo pensó en la rentabilidad de sus cachorros y ninguno hizo lo que Fina necesitaba, ella no era importante. Este descuido le costó a Fina su pata, incluso podría haberle costado su vida!

Fina se está recuperando muy bien ahora y está todo lo mimada que se merece. Muy  pronto estará corriendo con sus hermanos, tal vez no tan rápido, pero amada, feliz y sin dolor, que es lo que importa.

Cobie