7/03/2015

HASTA SIEMPRE CAMPEON.


Nunca pensamos que tu hora iba a llegar tan pronto….pero es verdad que ya presumías de ciertas canas. Aquel día cuando te conocimos… no teníamos demasiadas esperanzas de que salieses adelante, ni apostábamos por verte algún día siendo un caballo feliz.  Rechazabas a las personas, nos dabas la espalda cuando íbamos a acariciarte…. Varias marcas en tu cuerpo y tu extrema delgadez nos dejaron claro que tu vida nunca fue fácil. No pudimos mirar hacia otro lado y decidimos hacer por ti lo que estuviera en nuestra mano, pocos recursos, muchas trabas, nada de tiempo…..pero había que intentarlo.
Poco a poco fuiste confiando en nosotros, te fuiste dando cuenta que  no todos los seres humanos éramos iguales, entendiste  que una caricia no entrañaba ningún peligro para ti, fuiste aprendiendo lo que significaba una mano amiga, un baño refrescante, un paseo con el único fin de que disfrutaras. Aquellas tardes que salíamos paseando al prado para comer hierba fresquita que tanto te gustaba…..Te comenzaron a brillar los ojos, y de repente un dia, me mostraste una mirada distinta, una mirada ilusionada, viva y sana.  Solo había un problema, estabas solo, veías a los caballos correr a lo lejos, y añorabas lo que era tener un compañero, poder interactuar con otro de tu especie…. Las cosas se complicaron y ya no te podíamos dedicar el tiempo que necesitabas para seguir avanzando,  pues ahora eras un caballo sano, vivo y con ganas de correr, saltar, jugar y ser feliz.  El lugar que pudimos ofrecerte se te empezó a quedar pequeño y solitario….
La idea de que deberíamos buscarte otro lugar empezó a tomar forma… la idea era arriesgada, y se nos antojaba complicada, desconfiábamos de cualquier lugar, ningún sitio nos parecía bueno para ti, necesitábamos estar seguros de que estarías atendido, feliz, respetado, cuidado en compañía y sobre todo libre.  El destino quiso que ese lugar, el que creíamos que jamás encontraríamos para ti,  lo encontrásemos en un pueblecito cercano, Medina del Campo, protectora Scooby.   Y algo nos dijo que por más que buscásemos, jamás encontraríamos para ti un lugar que se le pareciera lo mas mínimo.  Preparativos en marcha y nos fuimos de viaje.
Resulto que al llegar, aquel lugar del que nos hablaron quedaba corto con lo que nos pudieron contar. Los animales eran felices, se les podía ver las marcas de sus vidas pasadas pero no lo contaban sus ojos, pues mostraban ilusión y alegría al ver al equipo de cuidadores que  a diario se dejaban la piel con ellos.
En el momento que te vi correr prado adelante con dos yeguas supe que dejarte allí, sería lo mejor que podíamos hacer por ti. No miraste atrás…corriste campo alante como si  en aquel momento descubrieses realmente el significado de la palabra libertad.  Y desde aquel instante supe, que ese era y seria tu verdadero hogar, donde deberías pasar tus últimos años y que te regalasen la vida que siempre habías merecido y jamás tuviste. 
Poco a poco conociste a Dani, tu cuidador, tu compañero humano, pudiste confiar en el plenamente como una vez lo hiciste con nosotros, aquel muchacho resulto ser tu compañero de fatigas, el que te cuidaba cuando estabas malo, el que te tendió una mano sin pedir nada a cambio y la persona que ha velado por ti hasta el final de tus días.
Ahora que toca despedirse amigo, lo hacemos con la certeza de que has pasado tus últimos años siendo un caballo feliz y respetado.  Pero nada de esto hubiese sido posible sin ellos….Dani, Fermin….todo el equipo de Scooby, que tanto te han querido y mimado.  Q jamás han pedido nada a cambio y desde el primer día lo único que les importo fue verte feliz.  Nunca podre agradecérselo de la forma que se merecen.
Amigo mío, galopa libre entre las nubes, algún día nos volveremos a ver.  No te olvidaremos nunca, buen caballo, buen amigo y compañero, gracias por todas las cosas que me has enseñado.

HASTA SIEMPRE CAMPEON. 
INMA