Nunca pensamos que tu hora iba a llegar tan pronto….pero es verdad que ya presumías de ciertas canas. Aquel día cuando te conocimos… no teníamos demasiadas esperanzas de que salieses adelante, ni apostábamos por verte algún día siendo un caballo feliz. Rechazabas a las personas, nos dabas la espalda cuando íbamos a acariciarte…. Varias marcas en tu cuerpo y tu extrema delgadez nos dejaron claro que tu vida nunca fue fácil. No pudimos mirar hacia otro lado y decidimos hacer por ti lo que estuviera en nuestra mano, pocos recursos, muchas trabas, nada de tiempo…..pero había que intentarlo.
Poco a poco fuiste confiando en nosotros, te
fuiste dando cuenta que no todos los
seres humanos éramos iguales, entendiste que una caricia no entrañaba ningún peligro
para ti, fuiste aprendiendo lo que significaba una mano amiga, un baño
refrescante, un paseo con el único fin de que disfrutaras. Aquellas tardes que
salíamos paseando al prado para comer hierba fresquita que tanto te
gustaba…..Te comenzaron a brillar los ojos, y de repente un dia, me mostraste
una mirada distinta, una mirada ilusionada, viva y sana. Solo había un problema, estabas solo, veías a
los caballos correr a lo lejos, y añorabas lo que era tener un compañero, poder
interactuar con otro de tu especie…. Las cosas se complicaron y ya no te
podíamos dedicar el tiempo que necesitabas para seguir avanzando, pues ahora eras un caballo sano, vivo y con
ganas de correr, saltar, jugar y ser feliz.
El lugar que pudimos ofrecerte se te empezó a quedar pequeño y
solitario….
La idea de que deberíamos buscarte otro lugar
empezó a tomar forma… la idea era arriesgada, y se nos antojaba complicada,
desconfiábamos de cualquier lugar, ningún sitio nos parecía bueno para ti,
necesitábamos estar seguros de que estarías atendido, feliz, respetado, cuidado
en compañía y sobre todo libre. El
destino quiso que ese lugar, el que creíamos que jamás encontraríamos para
ti, lo encontrásemos en un pueblecito
cercano, Medina del Campo, protectora Scooby.
Y algo nos dijo que por más que buscásemos, jamás encontraríamos para ti
un lugar que se le pareciera lo mas mínimo.
Preparativos en marcha y nos fuimos de viaje.
Resulto que al llegar, aquel lugar del que nos
hablaron quedaba corto con lo que nos pudieron contar. Los animales eran
felices, se les podía ver las marcas de sus vidas pasadas pero no lo contaban
sus ojos, pues mostraban ilusión y alegría al ver al equipo de cuidadores
que a diario se dejaban la piel con
ellos.
En el momento que te vi correr prado adelante
con dos yeguas supe que dejarte allí, sería lo mejor que podíamos hacer por ti.
No miraste atrás…corriste campo alante como si en aquel momento descubrieses realmente el
significado de la palabra libertad. Y
desde aquel instante supe, que ese era y seria tu verdadero hogar, donde
deberías pasar tus últimos años y que te regalasen la vida que siempre habías
merecido y jamás tuviste.
Poco a poco conociste a Dani, tu cuidador, tu
compañero humano, pudiste confiar en el plenamente como una vez lo hiciste con
nosotros, aquel muchacho resulto ser tu compañero de fatigas, el que te cuidaba
cuando estabas malo, el que te tendió una mano sin pedir nada a cambio y la
persona que ha velado por ti hasta el final de tus días.
Ahora que toca despedirse amigo, lo hacemos
con la certeza de que has pasado tus últimos años siendo un caballo feliz y
respetado. Pero nada de esto hubiese
sido posible sin ellos….Dani, Fermin….todo el equipo de Scooby, que tanto te
han querido y mimado. Q jamás han pedido
nada a cambio y desde el primer día lo único que les importo fue verte
feliz. Nunca podre agradecérselo de la
forma que se merecen.
Amigo mío, galopa libre entre las nubes, algún
día nos volveremos a ver. No te
olvidaremos nunca, buen caballo, buen amigo y compañero, gracias por todas las
cosas que me has enseñado.
HASTA SIEMPRE CAMPEON.
INMA