Bonnie y Clyde eran inseparables hasta ahora, y nos da
pena porque no sabemos bien dónde está Clyde y cómo vive sin Bonnie.
Vivieron durante dos meses comiendo basura, sin dejarse
ayudar, lo que a menudo y por desgracia sucede con los galgos.
Al final, entre que se morían de hambre, una buena dosis de suerte, pero sobre todo
por la terquedad de un chico de Zamora que fue a buscarlos al amanecer y la ha
pillado aún medio dormida, hemos podido traer a casa a Bonnie!
Bonnie tiene cara de lista, mientras que de Clyde aún
sabemos poco, excepto que ha aprendido a escapar de la jaula-trampa y siempre
nos deja con las ganas.
Pero no nos damos por vencidos y de nuevo al amanecer
estaremos por ahí, esta vez
equipados con un anestésico para intentar traerlo a casa seguro y, sobre
todo, con su Bonnie!
Si quieres saber más de Bonnie, nos puedes contactar a
través del correo electrónico: simonetta@scoobymedina.com